miércoles, 16 de septiembre de 2009

Jamás hay que decir: de esta agua no beberé!

Empezaba a oscurecer y aún permanecía conectada al computador de mi oficina con el MSN online esperando que alguno de mis contactos se conectara, con el único fin de entretenerme un momentico. De pronto apareció conectada una pareja con la nunca había chateado, que según lo que aparentaban su perfil (en alguna página Swinger) y sus fotografías, parecían personas muy agradables y decentes, motivo este que me permitió sentir tranquilidad con respecto al contacto. Al otro lado del chat me saludaron muy formalmente, yo correspondí al saludo de la misma manera, dialogamos un rato y pronto descubrí que se trataba de una mujer casada de aproximadamente 33 años quien se encontraba sola en casa porque su marido estaba trabajando.
 
Hablamos durante muchas horas, como mi oficina es totalmente privada permanecí en ella como hasta las 10:00 p.m. sólo por platicar con mi nueva compañera de chat. Me llevé de ella la mejor impresión porque ambas compartíamos el mismo pensamiento acerca de tener contacto con otras mujeres: Jamás lo haríamos porque no nos gustaban las mujeres; de manera que nos acompañamos durante muchos días en el chat departiendo acerca de todo lo que se nos ocurría,  sintiéndonos cada vez más compenetradas.
 
Sólo habían transcurrido unas dos semanas de conversaciones sostenidas casi a diario en el MSN cuando ambas empezamos a sentirnos “extrañas”. Le comenté a mi esposo lo que sucedía y él me preguntó que si lo había hablado con ella, le contesté que no y me dijo que lo hiciera para ver qué decía.
 
Así fue, al día siguiente apenas nos encontramos en el MSN, sin anestesia y como siempre espontánea (es algo que me caracteriza), le dije: “¿sabes qué? estoy sintiendo algo extraño contigo, no sé, siento que contigo sí sería capaz de estar íntimamente, no sé qué opines tú”. Fue muy cómico porque ella resultó más interesada en mí de lo que yo pensaba y terminó diciéndome: “Ayyyy, ¿sabes qué? Yo también siento lo mismo, tú me has hecho sentir algo que jamás había sentido con ninguna mujer” y hasta me comparó con una modelo Colombiana, jajajajaja, eso me sonrojó y me causó mucha risa porque no me lo esperaba. 
 
Puedo decir que ella y yo no nos hemos conocido aún, vivimos en ciudades diferentes. Esa es la desventaja (o ventaja, quién sabe) de chatear, conoces personas de todos lados pero casi nunca las llegas a ver personalmente. A pesar de que nunca estuvimos frente a frente, sostuvimos  en aquel momento más de 200 conversaciones telefónicas, contándonos cada detalle y  hablando  de un modo hasta empalagoso.
 
Una noche en la que no esperaba llamada alguna de su parte, llamó a mi celular insistentemente con el único propósito de comunicarme que la noche anterior había salido con su esposo y una pareja que conocieron de su ciudad; finalmente había logrado hacer lo que inicialmente dijo que nunca haría, y para acabar de ajustar cuentas, lo hizo con alguien distinto a mí. Fue extraña la sensación que tuve al enterarme, mas no fue algo trágico. Tres semanas después, conocí a otra pareja con la que acordamos contacto sólo entre mujeres y fue cuando llegó esa ya anhelada “primera vez” con una mujer!
 
En cualquier caso fue aquella amiga de chat que nunca conocí personalmente la persona que me dio la certeza de querer estar con otras mujeres; lo más curioso es que aunque ambas estábamos de acuerdo en que el contacto entre mujeres no era para nosotras, hoy ambas podemos decir con gusto que no hay mayor deleite en la vida de una mujer que embriagarse en los brazos de otra mujer.


CIERRO PARÉNTESIS)

No hay comentarios:

Seguidores